Inicio » Blog » ¿Por qué Internet se está convirtiendo en televisión?
El reciente anuncio de que Netflix formalizó un acuerdo para adquirir los estudios de televisión y cine de Warner Bros. Discovery, así como el servicio de streaming HBO Max, me hizo pensar en un ensayo que Derek Thompson publicó en su Substack titulado «Todo es televisión».
«Está ocurriendo una convergencia inquietante en los medios», comienza. «Todo lo que no es ya televisión se está convirtiendo en televisión».
Thompson luego da tres ejemplos de lo que quiere decir:
1. Las redes sociales están pasando de ofrecer conexión a emitir vídeos en streaming (en documentos judiciales de este verano, Meta admitió que solo el 7% de la actividad en su plataforma Instagram implica usuarios que siguen a personas que conocen).
2. Los podcasts están migrando inexorablemente hacia el formato de vídeo.
3. Incluso la IA se está orientando hacia los medios visuales con el lanzamiento de nuevos productos como Sora de OpenAI y Vibes de Meta.
La televisión, por supuesto, puede significar muchas cosas. «Cuando digo ‘todo se está convirtiendo en televisión’,» aclara Thompson, «lo que quiero decir es que formas dispares de medios y entretenimiento convergen en una cosa: el flujo continuo de vídeo episódico».
Aunque podría no estar de acuerdo con la premisa de que todos los medios se están convirtiendo en televisión (las industrias globales del libro y del cine siguen funcionando bastante bien en sus formatos tradicionales), creo que Thompson está señalando una tendencia real y muy importante que es especialmente pronunciada en el mundo de los medios de internet. (He defendido este punto desde hace tiempo; por ejemplo, los primeros 15 minutos de mi aparición más reciente en The Tim Ferriss Show, cuando intenté convencer a Tim de que el vídeo inevitablemente devoraría los podcasts de audio).
Esto nos deja con una pregunta importante: ¿por qué estos medios se están convirtiendo en una versión glorificada de la televisión? En otras palabras, ¿por qué internet, que una vez prometió ser la alternativa colaborativa e intelectualmente estimulante a la caja tonta, está produciendo cada vez más una corriente de clones de TikTok?
He llegado a creer que la respuesta tiene menos que ver con el determinismo tecnológico y más con el determinismo económico. El sector del entretenimiento en vídeo es sorprendentemente lucrativo, y se proyecta que los mercados combinados de vídeo en línea y de televisión tradicional alcancen un billón de dólares en ingresos anuales para 2030. La razón por la que los medios de internet se parecen cada vez más a la televisión, pues, es porque ¡ahí está el dinero!
La infraestructura de internet de banda ancha e inalámbrica que construimos mediante asociaciones público-privadas durante las últimas dos décadas resultó ser la base perfecta sobre la que un pequeño número de empresas tecnológicas pudo crear competidores al mercado existente de televisión y vídeo, para captar su parte de ese sector de un billón de dólares. No se puede culpar a Meta, ni a Google, ni siquiera a OpenAI por perseguir ese mercado. Era demasiado grande como para ignorarlo.
Pero aquí está el lado positivo: una vez que nos demos cuenta de que las aplicaciones de estas empresas son, esencialmente, televisión glorificada, deberíamos sentirnos más cómodos ignorándolas. Hubo un tiempo en que plataformas como Facebook y Twitter querían convencerte de que formaban parte de un nuevo tejido social; de una tecnología fundamental que los ciudadanos responsables no podían ignorar. Ya no. Si solo son televisión, entonces podemos responder como siempre lo hemos hecho: simplemente apagando el televisor, por así decirlo.
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